La importancia de las clases de Educación Física
Al menos dos veces por semana nuestros niños debieran ejercicio, si queremos que seansanos y enfrenten un futuro sin enfermedades; la responsabilidad parte en la familia, y seextiende a los colegios, por lo que es necesario tomárselo con seriedad.

Uno de los temas sociales que se ha puesto en el tapete durante los últimos años, es la importancia o el lugar que se le da a la clase de educación física en los colegios, más aún cuando las cifras de sedentarismo y obesidad en nuestros niños han llegado a límites insospechados, y siguen en aumento.
A raíz de esto, se han creado instancias para evaluar dicho panorama y establecer las necesidades de los escolares en esta materia. El Simce de Educación física, que se realiza desde el año 2010, ha demostrado que la preocupación es real (ver recuadro), y que aunque toda conducta sobre hábitos comienza en la familia, el colegio también es un importante aliado en esta tarea.
Al respecto, Claudia Román, Kinesióloga de la Fundación Salud y Corazón y del Hospital San Juan de Dios, evalúa este panorama: “los niños cada vez tienen menos actividad física en su vida diaria, por lo tanto esta clase se vuelve, en muchos casos, el único momento en que realizan ejercicio en la semana, y si consideramos que la mayoría de los niños necesita, por lo menos, una hora de actividad física todos los días, estamos ante un escenario preocupante. Ya sea por un tema de espacio físico, tiempo o costumbre, no nos divertirnos en actividades que involucren deporte, juegos de carrera, u otro tipo de actividad que demanden alto esfuerzo físico”, afirmó.
No podemos olvidar que existe una estrecha relación entre nivel de actividad o ejercicio y la salud. Nuestro cuerpo está hecho para el movimiento y su bienestar se relaciona directamente con el estado de nuestros músculos, huesos y hasta el cerebro.
Debiese ser un hábito
La cantidad de veces que un niño debe realizar ejercicios debe ser a lo menos dos veces por semana, y la clase de Educación Física podría ser una de ellas. Sin embargo, pese a que las horas de un colegio se traducen a 90 minutos por clase, algunas publicaciones señalan que el tiempo destinado a este ramo queda reducido sólo a 25 minutos de ejercicio objetivo, puesto que el resto de la hora es ocupado en vestirse, ducharse y pasar lista, por ejemplo, y no cabe duda de que este tiempo es absolutamente insuficiente para alcanzar un mínimo de condición física saludable.
Al respecto, es importante saber que el ejercicio habitual ayuda a los niños a:
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• Sentirse menos estresados • Sentirse mejor con ellos mismos. • Estar más preparados para aprender en la escuela. • Mantener un peso saludable • Desarrollar y mantener huesos, músculos y articulaciones sanos • Dormir mejor por las noches
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A medida que los niños pasan más tiempo viendo la televisión, le dedican menos tiempo a correr y jugar, y en definitiva, al ejercicio. “Es importante que los padres limiten el tiempo frente a la televisión, los videojuegos y el computador, y a lo que les signifique ser sedentarios. Además, se debe tratar de enseñar con el ejemplo, siendo padres activos también”, comenta la Kinesióloga.
¿No puede realizar educación física?
La eximición de la clase de educación física es cada vez más habitual. La presentación de certificados médicos que indican que el niño no puede realizar ejercicios físicos es común en los colegios, pero la realidad es que “son muy pocos los casos en que verdaderamente el niño está incapacitado de realizar la clase de educación física. En muchos casos los certificados para eximirse de este ramo, nacen de un excesivo temor o aprehensión de los padres por someter a sus hijos con una patología en particular al ritmo intenso que se da en algunas clases”, enfatiza la especialista. Sin embargo, lo cierto es que para la mayoría de las enfermedades crónicas que padecen nuestros niños, como asma, escoliosis u otras, la clase de educación física no representa ninguna amenaza si están bajo supervisión médica y bien controlados.
Por otra parte, la planificación de las clases influye en el desempeño del alumno, ya que en la mayoría de los casos, los profesores no consideran el nivel de sedentarismo y baja capacidad física en los niños y jóvenes, quienes son sometidos a ejercicios intensos sin la adecuada adaptación para ello. “En estos casos, lo ideal sería que se pudiera adaptar o disminuir la intensidad del deporte para los niños con condiciones especiales y calificar sus progresos con otra escala de puntuación, para no someter al niño a exigencias muy por sobre sus capacidades”, explica la kinesióloga.
Si miramos este tema desde el punto de vista de la salud, constituye un grave problema de salud pública, si consideramos que en nuestro país el 18% de los escolares es obeso, una de las cifras más altas a nivel mundial, incluso mayor que EE.UU que tiene un índice de 16%. Si a esto le sumamos el sobrepeso, esta cifra se eleva hasta el 33% en escolares de Primero básico. Y como ya se sabe: niños obesos tenderán a ser adultos obesos, por lo que el panorama es poco alentador a futuro.
Jugar en el recreo también ayuda
Disminuir las horas frente al televisor o al computador es el primer paso que se debe dar para mejorar la actividad física de los niños. Incentivarlos a jugar o realizar algún deporte al aire libre será importante para empezar a crear conciencia de la importancia de la actividad física para el bienestar de nuestro cuerpo. Pero la especialista también llama a tomar precauciones: “en términos generales podemos decir que deportes extremos o ejercicios de alta intensidad tienen mayor riesgo de lesiones, principalmente traumáticas, que las actividades moderadas”. También es importante recalcar que actividades tan simples como saltar la cuerda, jugar a la pelota o andar en bicicleta son perfectas para desarrollar nuestras habilidades corporales. “Cualquier deporte en equipo es altamente enriquecedor, ya que además desarrolla nuestras habilidades sociales, indispensables en nuestra edad adulta”, concluye.